Mi nuevo libro

Hace más de dos años que escribí el libro “Baloncesto para Educar”, publicado por la Editorial Kolima, en el que exponía mi experiencia de vida deportiva desde que decidí empezar a entrenar con 17 años en el Colegio Nuestra Señora del Buen Consejo de Madrid.

El objetivo del mismo era situar el baloncesto de formación en su justo lugar poniendo al deportista, niño o adolescente, como verdadero protagonista de todo lo que se hiciera en la actividad deportiva.

Iba dirigido a todos aquellos entrenadores, monitores y educadores interesados en formar parte de este deporte tan apasionante y enriquecedor para todos aquellos que lo practican.

Una vez escrito, un amigo me dijo claramente: “me parece muy bien, has escrito un libro pero nadie sabe que lo has hecho. Así que debes decirle a la gente que lo tienes e informarle dónde pueden hacerse con él y todo eso vas a conseguirlo metiéndote en las redes sociales”. Esto supuso un contratiempo para mí ya que no sabía nada de ellas y me obligaba a entrar en un mundo desconocido que me daba miedo y respeto. A los pocos días tenía una cuenta en Facebook y Twitter con mi perfil y con desconocimiento total de las mismas.

Comencé subiendo a las redes la noticia de la publicación del libro y fui añadiendo ideas y conceptos desde mi sitio web www.angeljareno.es

Esto poco a poco fue teniendo repercusión ya que entre los amigos y conocidos se formó un pequeño grupo de personas que comenzó a seguirme y compró mi libro. Los que lo hicieron hablaron bien de él y atrajeron a otros. Los artículos y el blog del sitio web también atraían a entrenadores los cuales “bebían” gratuitamente de los mismos a la vez que se enteraban que lo había escrito.

El libro, los artículos y las aportaciones en las redes sociales dieron lugar a una serie de solicitudes de charlas. Al comienzo estuvieron dirigidas sólo para entrenadores de baloncesto pero posteriormente fueron destinadas para padres y entrenadores simultáneamente lo que se ajustaba a mi criterio de que ambos deben trabajar unidos en beneficio de los más pequeños. Estas actividades conjuntas no sólo fueron realizadas en el marco del baloncesto de formación sino que también lo fueron en el entorno del fútbol base.

Con el paso del tiempo y la experiencia acumulada en cada una de ellas, me di cuenta de que el mensaje que estaba transmitiendo era transversal y que no era patrimonio del baloncesto o del fútbol sino que lo era del deporte de formación en general.

Curiosamente percibí mayor interés por el tema en las familias que en los entrenadores, clubs y colegios pero también observé que estos desconocían, al igual que los anteriores, el mundo de la formación.

El encuentro con un pequeño grupo de padres de un colegio terminó de darme el empujón definitivo. Esta reunión sólo perseguía captar su percepción del deporte. Mi sorpresa fue que desconocían la actividad de sus hijos. Los entrenadores les informaban de los horarios y ellos seguían sus indicaciones; tenían prohibida la asistencia a los entrenamientos; ninguno de ellos se atrevía a preguntar nada por el temor de perjudicar a sus hijos ya que al club no le gustaba que se metieran en nada; cuando había una competición especial, el club y el entrenador solicitaban una aportación económica extra para cubrir los gastos y en caso de pedir alguna explicación al respecto, les echaban a los propios hijos encima.

Su mayor preocupación era qué iba a suceder con sus hijos la siguiente temporada porque algunos de ellos llevaban cierto retraso en su desarrollo madurativo y habían escuchado que iban a romper el grupo de siempre dividiéndolo en dos: el de los “buenos”, que iban a competir por todo, y el de los “menos buenos”.

Me comentaban el caso de un niño que había estado durmiendo mal todo el verano por el temor a ser enviado a un equipo apartado de sus amigos. Como era lógico, lo último que querían era que sufriera y se frustrara.

Por todo ello entendí que era necesario escribir un libro para los padres desde una perspectiva diferente a la que se había hecho anteriormente y que fuera un elemento de ayuda para comprender dónde está metido su hijo y, por ende, ellos mismos. Así nació “Mi hijo deportista”.

No es una obra que ponga el foco en la parte deportiva analizando la técnica o la táctica sino que lo hace situando el deporte de formación en el lugar correcto dando una mayor importancia a la persona y a su formación integral que al deportista.

No hablo como psicólogo aportando datos y argumentos científicos. Tampoco lo hago como pediatra, investigador o especialista que escribe acerca del mundo de los niños. Muy al contrario lo hago desde las experiencias vividas durante 40 temporadas entrenando y de los muchos casos prácticos con los que me he encontrado a lo largo de mi trayectoria como entrenador de formación y como profesional.

El libro está estructurado en cinco grandes bloques:

1. La situación actual del deporte de formación. Donde se exponen los problemas que le afectan y las falsas verdades que lo rodean.
2. Conocimiento del deporte de formación. Se expone qué es de verdad el deporte de formación y la necesidad de un programa para conseguir los objetivos que se persiguen.
3. Conocimiento de la actividad deportiva. Se da a conocer el papel de los colegios y de los clubs, el papel del entrenador, la importancia del entrenamiento y la competición.
4. Conocimiento del hijo deportista. Se da importancia a la elección del deporte, a conocer el proceso evolutivo que están viviendo los más pequeños y a conocerlo como deportista.
5. Conocimiento del papel de la familia en el deporte de formación. Se analiza la relación de los padres con el deporte de sus hijos, su papel en la actividad deportiva, su relación con su hijo deportista, cuándo pueden convertirse en un problema y la manera de cerrar todo el ciclo formativo cuando se acaba la etapa de formación.

En definitiva, es una herramienta de ayuda para todos aquellos padres que tienen hijos deportistas y para los entrenadores que enseñan cualquier deporte en edades de formación.