Balance defensivo

El balance defensivo es un aspecto del juego absolutamente fundamental. No se puede ser un gran equipo en defensa si no se tiene un gran balance defensivo.

En el baloncesto, todos los equipos tratan de anotar el mayor número de canastas fáciles porque esto proporciona altos porcentajes de tiro y, como consecuencia de ello, es más fácil ganar.

Por esta razón, cuando un equipo recupera la posesión del balón después de capturar un rebote defensivo, sacar de fondo o realizar un robo, lo primero que busca es salir al contraataque buscando la oportunidad de conseguir una canasta fácil y rápida.

Estas canastas fáciles suelen generarse al producirse dos situaciones ventajosas:

1. Sobre número: el ataque consigue llegar a la canasta contraria con mayor número de atacantes que defensores.

2. Ventaja táctica: en este caso el ataque llega en igualdad numérica pero consigue que los emparejamientos tras la carrera sean ventajosos (desajustes defensivos). Por ejemplo, un base que se queda emparejado con un hombre alto cerca de la canasta.

Si lo trasladamos a la vertiente defensiva, tras perder un equipo la posesión del balón, tratará de evitar una canasta fácil y rápida. Este es un primer paso muy importante para el éxito de la defensa sobre el ataque.

Para ello todos los defensores deben correr hacia su canasta al máximo de velocidad intentando llegar a ella antes que los atacantes (evitar el sobre número) además de coger cada uno al suyo (evitar los desajustes defensivos y la desventaja táctica).

La peor opción que se puede tomar es quedarse en «tierra de nadie». Esto es, ni ir al rebote de ataque ni correr atrás para proteger la canasta.

No hay excusa para que un jugador no esprinte hacia su canasta salvo que sea por fatiga o no quiera hacerlo. En cualquiera de los dos casos el “premio” debe ser el mismo: el banco.

EL BALANCE DEFENSIVO EN EL BALONCESTO

Después de todo lo expuesto, podríamos definir el balance defensivo como la habilidad de cambiar del ataque a la defensa rápidamente y con conceptos de equipo. Esto requiere una reacción mental rápida, además de física (esprintar atrás), para pasar rápidamente del ataque a la defensa, algo que hay que trabajar específicamente todos los días.

En mi etapa de entrenador ayudante en el Real Madrid tuve la gran suerte de trabajar con George Karl, entrenador de la NBA. Siempre me llamó la atención la forma tan sencilla que tenía de trabajar el balance defensivo. Aplicaba las siguientes normas: “paint, problem, man” o lo que es lo mismo, zona, problema, hombre.

Con esto quería decir:

1. En primer lugar, que todos esprintaran a la “zona” para proteger la canasta.

2. Seguidamente, que defendieran las penetraciones y los cortes a la zona que representan el gran “problema” para la defensa.

3. Por último, que cogieran a sus hombres para finalmente establecer la defensa de equipo.

La comunicación entre los defensores, como siempre, será clave para el éxito de la defensa.

Es evidente que el balance defensivo perfecto sería aquel en el que todos los defensores bajan con sus respectivos atacantes, manteniendo una correcta posición defensiva entre ellos y la canasta. Pero vamos a analizar tres posibles situaciones que se pueden dar cuando corremos hacia nuestra canasta y para las que debemos estar preparados:

1.     La defensa del “palomero” en el baloncesto

Esta acción consiste en que un defensor, tras puntear el tiro, sigue su inercia y corre hacia la canasta contraria buscando el pase largo de un compañero. Esta acción puede convertirse en una canasta fácil, si el rebote es cogido con facilidad o el tiro es desviado y recuperado rápidamente por un defensor cercano.

Por esta razón, el atacante que realiza el tiro debe esprintar atrás, pudiendo así defender al “palomero”. Si además de esto, el resto de atacantes hacen bien su trabajo y ponen presión al hombre que capturó el balón, la opción de éxito del palomero es nula.

2.    La defensa en inferioridad 1×2 en el baloncesto.

Es una situación extremadamente difícil para la defensa. Si el ataque actúa correctamente, la bandeja será irremediable. Si somos capaces de retrasar la acción final, o forzar un tiro de fuera, podemos considerar que hemos logrado algo importante. Si conseguimos que el ataque cometa un error, o una violación en forma de falta de ataque o pasos, la acción defensiva sería un rotundo éxito.

¿Cómo podremos actuar para sacar algo positivo?
Lo primero, siguiendo las normas del balance defensivo, esprintaremos a la zona. Luego emplearemos las fintas defensivas con un correcto uso de las manos para provocar errores o tocar-desviar-robar el pase. Estas fintas pueden crear dudas en el atacante. Si el atacante con balón decidiese realizar una parada y tirar, entonces nos moveremos para bloquear el rebote al otro atacante.

3.    La defensa en inferioridad 2×3 en el baloncesto.

Es una situación difícil también aunque menos crítica. El objetivo de los dos defensores será provocar que el ataque dé el mayor número de pases posible, para proporcionar el tiempo suficiente para que el resto de los defensores recuperen, a la vez que niegan las canastas más fáciles (bandejas y tiros bajo el aro). Sólo permitirán tiros alejados.

Si estamos defendiendo en tándem y el balón es pasado a uno de los lados, el defensor cercano a la línea de fondo saldrá con equilibrio a defender el balón (no debe ser rebasado) mientras el otro le sustituye y defiende la canasta.

Si el balón volviese al centro, los dos defensores realizarán una finta al hombre con balón, y regresarán para bloquear el rebote a los otros dos atacantes, si el tiro se produce. Lo normal es que algún compañero llegue en ese momento y pueda defender al tirador.

LA RELACIÓN ENTRE BALANCE DEFENSIVO Y REBOTE OFENSIVO EN EL BALONCESTO

El balance defensivo tiene una estrecha relación con el rebote de ataque. De hecho todos los equipos deben tener organizado con cuántos atacantes se va a ir al rebote ofensivo y con cuántos al balance defensivo, tras realizar un tiro a canasta. También debe estar definido si presionamos el pase al base o no, como método para retrasar su contraataque y mejorar nuestro balance.

No tener esto organizado y dejarlo al libre albedrío de los chicos es un grave error.

Aunque lo más habitual es enviar tres atacantes al rebote ofensivo y dos al balance defensivo, ésta no tiene porqué ser la mejor opción para nuestro equipo. Por ejemplo: si tenemos un equipo pequeño que no tiene opciones de coger el rebote de ataque puede que la mejor sea enviar a los cincos defensores atrás; si, por el contrario, tenemos un equipo alto y con facilidad para cogerlo, la mejor puede ser mandar cuatro al rebote de ataque y uno atrás para defender nuestra canasta.

LA RELACIÓN ENTRE BALANCE DEFENSIVO Y EL ATAQUE DE EQUIPO EN EL BALONCESTO

Por último, debemos conocer la influencia que tiene nuestro ataque en el balance defensivo.

Un equipo que maneja bien el balón y tiene un buen ataque con pocas pérdidas estará siempre en perfecta situación para organizar el rebote de ataque y el balance defensivo.

Por el contrario, uno que maneje mal el balón y tenga tendencia a perderlo, especialmente en el perímetro o cuando suben el balón hacia campo ofensivo, estará desorganizado y sujeto a continuos contraataques y canastas fáciles del equipo contrario.