EL TIRO EN EL BALONCESTO.
“El baloncesto es un juego mental y éste hecho es probablemente más aparente en el tiro que en cualquier otro fundamento” (John Wooden).
El tiro es el fundamento más conocido y atractivo para todos. Si a cualquier persona le damos un balón en un campo de baloncesto lo primero que va a hacer es tirar a canasta, especialmente de tres puntos. Haz la prueba.
Pero además de ser el más conocido y atractivo, es el más importante. El objetivo del juego es anotar más puntos que el contrario. Es el objetivo final, el fin último del resto de los fundamentos. Cuando usamos el bote, el pase, cuando jugamos 1×1 o realizamos cualquier movimiento con y sin balón, el objetivo último es anotar.
¿Por qué es tan importante el tiro en el baloncesto?
Porque es la llave que nos abre todas las puertas. Os voy a razonar lo que acabo de decir.
Cuando estamos en posesión del balón y dominamos el tiro somos una enorme amenaza para el defensor:
1. Si nos deja un poco de distancia la aprovechamos para tirar y anotar.
2. Si nos defiende muy cerca para evitar que tiremos, entonces aprovechamos para atacarle en penetración, yendo directos a la canasta para anotar o doblar el pase en el caso de que un defensor ayude y deje libre a un compañero.
3. Si permanece en una distancia intermedia donde se siente seguro contra una penetración, además de tener la opción de presionar nuestro tiro, usamos la finta de tiro para engañarle. En caso de caer en la finta, le atacaremos en penetración. Si no lo logramos y no se aproxima, tiraremos rápido antes de que reaccione.
Cuando no dominamos el tiro, el defensor estará lejos conociéndonoslo totalmente, siendo muy difícil que le superemos y le engañemos con fintas de tiro a las que no hará caso alguno. Nos estará esperando siempre que penetremos, e incluso podrá tomar la decisión de retroceder lo suficiente como para cerrarnos muchas posibles líneas de pase.
Aunque no tengamos el balón, si tenemos tiro seguimos siendo una enorme amenaza para el defensor. Le obligamos a estar cerca de nosotros por el miedo a que recibamos y anotemos. Con ello conseguimos que el resto de compañeros tengan más espacio para jugar, al tener la defensa un jugador menos a la hora de ayudar y participar en las rotaciones defensivas. También podemos conseguir que otros defensores tengan que ayudar en las salidas de los bloqueos, e incluso cambiar, con las ventajas que se derivan de esos desajustes defensivos.
Por el contrario, si no tenemos tiro, el defensor saltará hacia el balón dejándonos libres mientras realiza ayudas sobre otros jugadores más peligrosos de nuestro equipo o simplemente llenando la zona para evitar las canastas fáciles provenientes de penetraciones y cortes a la canasta.
Es por ello que cuando somos una amenaza con nuestro tiro se nos van a abrir todas las puertas para botar, pasar o tirar (si nos dejan espacio).
Para la enseñanza del tiro partimos de los principios básicos ofensivos. Esto es:
1. Posición básica ofensiva o posición de triple amenaza.
2. Visión del objetivo (aro o tablero). Debemos localizarlo cuanto antes y mantener la mirada fija en él hasta que el balón lo alcance.
1) Si tiramos al aro nos concentramos en el centro del mismo durante todo el proceso del tiro.
2) Si tiramos al tablero miramos a la esquina superior del rectángulo del lado desde donde lanzamos. Debería ser un tiro exactamente igual que el realizado al aro pero que golpee el tablero suavemente en su fase de descenso.
En ningún caso deberíamos seguir con la mirada la trayectoria del balón.
3. Flexión y extensión del brazo, la muñeca y los dedos.
¿Cómo vamos a trabajar la mecánica del tiro en el baloncesto?
Antes de nada deberíamos recordar ¿cómo vamos a coger el balón? y ¿cómo vamos a lanzarlo? repasando el capítulo de movimientos básicos ofensivos (juego de manos).
Cuando enseñamos el tiro debemos tener claras dos ideas muy sencillas que nos van a acompañar en todo momento en la práctica del mismo:
1. Que la parte superior del cuerpo (la alineación del brazo, codo, mano y dedos) va a intervenir en la «dirección y precisión» del tiro.
2. Que la parte inferior del cuerpo (piernas, tobillos y pies) va a intervenir en la “fuerza del lanzamiento».
Excepción: en los tiros cortos la fuerza proviene de la extensión del brazo, la muñeca y los dedos ya que se suele tirar al llegar al punto más alto del salto (tiro en suspensión).
Ambas ideas debemos acompañarlas de un detalle muy importante: que el lanzamiento sea económico, esto es, que no haya tensión muscular. Cuanta más fuerza ejerzamos y cuantos más músculos pongamos en tensión, más errores cometeremos.
Todo esto no sólo será una guía para nosotros los formadores, sino que también será una herramienta de auto-evaluación para el propio tirador:
1. Si el lanzamiento no va al centro del objetivo, es un problema de dirección (alineamiento del brazo, codo, mano y dedos).
2. Si el lanzamiento se queda corto o largo, es un problema de fuerza (piernas, tobillos y pies).
En primer lugar, comenzamos trabajando la parte superior del cuerpo (brazo, codo, mano, muñeca y dedos) que interviene en la dirección y en la precisión del tiro, sin usar las piernas. Considero que con este trabajo estamos dando calidad al tiro.
1. Lo primero que enseñamos es a coger el balón correctamente y llevarlo a la posición de lanzamiento sin lanzar a canasta. Todo lo que vamos a analizar está hecho con la mano de tiro, sin intervención de la mano de ayuda.
Nos situamos con los pies mirando hacia la canasta, colocando el de la mano de tiro en línea con el centro del aro. Cogemos el balón correctamente con la palma de la mano hacia arriba, sobre el pie de tiro y en la misma dirección que éste (hacia el aro). Ponemos el codo de la mano de tiro pegado al cuerpo a la altura de la cadera, el antebrazo paralelo al suelo (brazo y antebrazo forman un ángulo de 90º). Luego giramos la mano y la ponemos mirando hacia el aro quedando ésta detrás del balón con los dedos corazón e índice en el centro del mismo, mientras el codo se sitúa en línea recta con el centro del aro, el brazo paralelo al suelo formando un ángulo de 90º con el antebrazo (esto variará según los jugadores) y la muñeca doblada ligeramente hacia atrás. Comprobar que el balón se sitúa por encima de la sien y del ojo, de esta manera tenemos la visión del aro sin ninguna interferencia, lo que nos facilitará controlar la distancia al mismo.
Tras finalizar este movimiento observaremos que el pie de la mano de tiro, el brazo, el codo, la mano y los dedos están “apuntando” al centro del aro. La mano deberá quedar justo detrás del balón, con los dedos corazón e índice como punto central.
2. A continuación enseñamos a lanzar y seguir el lanzamiento sin contacto de la mano de ayuda con el balón.
Antes de lanzar con la mano de tiro vamos a colocar la de ayuda en un lateral del balón, pero sin tocarlo para que no interfiera en el trabajo de la mano dominante, con el codo metido. Estamos concentrándonos solamente en la mano de tiro.
Situar la mano de ayuda como hemos dicho es muy importante por dos razones:
1) Cuando lanzamos utilizando la mano de tiro y dejando la de ayuda abajo, la tendencia natural es a girarnos un poco, de manera que el hombro de la mano de ayuda se mueve hacia atrás y abandonamos la posición de equilibrio (quedamos un poco ladeados).
2) Nos acostumbramos a tener la mano de ayuda en su posición correcta de tiro, aunque no la apoyamos en el balón. Así cuando completemos el tiro en su totalidad no necesitaremos realizar ningún ajuste.
Desde la posición anterior extendemos el brazo en un lanzamiento hacia arriba (unos 45º o más), nunca hacia el aro, consiguiendo un arco o parábola de tiro. Cuando el brazo llega a su máxima extensión giramos bruscamente la muñeca (golpe de muñeca) mientras los dedos índice y corazón empujan y rozan el balón con las yemas de manera que finalicen hacia abajo. Este movimiento da al balón un efecto de rotación hacia atrás que facilita la consecución de un lanzamiento suave.
Tras el lanzamiento continuamos visualizando el centro del aro, manteniendo el brazo completamente extendido y levantado hasta que el balón alcanza el objetivo. Los dedos índice y corazón apuntando directos a la canasta (el balón irá donde sus dedos lo dirijan), la palma de la mano mirando hacia abajo y la muñeca doblada.
Conforme dominemos la técnica, nos iremos alejando de la canasta poco a poco. Pero no olvidemos que estamos tratando de adquirir un buen gesto a la vez que buscamos darle una buena dirección y precisión al tiro. Por lo tanto, evitar aquellas distancias que hagan distorsionar el gesto del mismo.
3. Por último realizamos el tiro colocando la mano de ayuda en el balón.
El último paso en esta fase de trabajo (parte superior del cuerpo) es realizar el tiro completo, sin usar las piernas. Debemos mantener nuestra visión en el centro del aro durante todo el proceso de tiro.
Ahora acercamos la mano de ayuda y la colocamos en el lateral del balón, en una posición que sea cómoda para el tirador y que no interfiera ni en la visión del objetivo ni en el trabajo de la mano de tiro. Su función será evitar que éste se desvíe cuando realicemos el lanzamiento. La mano de ayuda permanece en el balón hasta que el mismo alcanza el punto más alto del lanzamiento, quedando los dedos hacia arriba después de realizarlo. Y un detalle muy importante y frecuente: ¡Que el dedo pulgar no participe en la impulsión del balón!
La combinación de un lanzamiento hacia arriba, con una buena parábola y un efecto de rotación hacia atrás del balón darán como resultado un lanzamiento suave.
Estos lanzamientos deben ser realizados sin usar las piernas y a distancias muy cortas desde donde no necesitemos empujar el balón y alterar el gesto de tiro. Se podrán hacer de pie o sentados en una silla. Si utilizamos este elemento, será perfecto para colocarnos casi debajo de la canasta y coger el hábito de lanzar hacia arriba mientras nos concentramos en la técnica del lanzamiento, aunque debemos estar muy atentos a que los pies se sitúen en dirección al aro y la espalda recta y ligeramente inclinada hacia delante (no apoyada en el respaldo de la silla).
Para finalizar esta parte es de gran importancia que entendamos que el gesto de tiro debe ser realizado del mismo modo, sea cual sea la distancia. Nunca debemos empujar el balón para darle impulso porque estaremos variando el gesto. Serán las piernas, con su rápida extensión, las que lograrán dar la fuerza necesaria para alcanzar el objetivo, como veremos a continuación.
Seguimos trabajando en segundo lugar, la parte inferior del cuerpo (piernas y pies) que interviene en la “fuerza del lanzamiento».
- Tiramos aprovechando el impulso de las piernas pero sin saltar igual que haríamos en un tiro libre.
Al trabajo de la parte superior del cuerpo le añadimos ahora el trabajo de la parte inferior. Usaremos las piernas para dar el impulso o la fuerza al lanzamiento. En cualquiera de los puntos anteriores 2 y 3 (con la mano de ayuda sin tocar el balón o tocándolo) necesitamos generar el impulso necesario para anotar. Éste precisa de una correcta sincronización entre la extensión de las piernas, la espalda, los hombros, el codo de la mano de tiro, y el giro brusco final de la muñeca y los dedos.
Partimos de una correcta posición básica ofensiva con las piernas flexionadas. La fuerza y el ritmo del lanzamiento provienen del movimiento ascendente de las piernas. Las extendemos hacia arriba de manera que lanzamos siguiendo un movimiento coordinado, suave y continuo. Al mismo tiempo extendemos el brazo en un lanzamiento en el mismo plano, hacia arriba, que permita que los dedos transmitan un buen efecto de rotación hacia atrás al balón, así como un buen ángulo de entrada en el aro.
Llevaremos una progresión en la distancia alejándonos poco a poco conforme vamos dominando la técnica. Recordar que el gesto del tiro ha de ser realizado de la misma manera desde cualquier distancia, por lo que nunca nos alejaremos de la canasta si esto conlleva distorsionar el gesto del tiro. Podemos seguir tirando de pie o usando la silla.
2. Tiramos usando el impulso de las piernas y saltando.
Finalizamos la enseñanza del tiro enlazándolo todo. Desde la posición básica ofensiva extendemos las piernas de manera que saltamos recto con ambos pies, extendiendo totalmente los tobillos, rodillas, espalda y hombros (no inclinarnos hacia adelante, atrás ni a los lados). Al mismo tiempo subimos el balón con las dos manos dirigiendo el brazo, el codo, la muñeca y los dedos de la mano de tiro hacia el objetivo y extendemos el brazo en un lanzamiento en el mismo plano, hacia arriba, que permita conseguir un buen arco o parábola, y como consecuencia, un buen ángulo de entrada en el aro (más probabilidades de entrar). Cuando el brazo llega a su máxima extensión giramos bruscamente la muñeca (golpeo de muñeca) mientras el dedo índice y corazón empujan y rozan el balón con las yemas de los dedos finalizando estos hacia abajo. Este movimiento da al balón un efecto de rotación hacia atrás que tiene una gran influencia a la hora de conseguir un lanzamiento suave.
La mano de ayuda permanece en el balón hasta que éste alcanza su punto más alto del lanzamiento quedando los dedos hacia arriba después del mismo. Su finalidad será la de mantener el balón en la dirección correcta, evitando que se desvíe. En ningún caso intervendrá en la impulsión.
Tras el lanzamiento seguimos el tiro manteniendo el brazo completamente extendido y levantado hasta que el balón alcanza el objetivo. Los dedos índice y corazón quedarán apuntando directos al objetivo, la palma de la mano mirando hacia abajo y la muñeca doblada. La mano de ayuda queda casi extendida con los dedos hacia arriba.
Concentraremos nuestra visión en el centro del aro durante todo el proceso del tiro.
Cuando caemos del salto lo haremos en el mismo sitio en el que lo iniciamos y manteniendo el equilibrio. De esta manera estamos preparados para ir al rebote de ataque o al balance defensivo.
¿El tirador nace o se hace?
El jugador, desde sus comienzos, tiene que desarrollar la técnica del tiro para poco a poco ir perfeccionándola hasta que su ejecución sea automática. En ese momento estará usando la técnica a su máximo nivel, sin una reflexión consciente.
Su dedicación y perseverancia le permitirá convertirse en un tirador, encarando los partidos más centrado en la posición y el movimiento de sus compañeros de equipo y de los defensores, que en la técnica del tiro.
La mejora de la técnica va a aumentar la confianza en uno mismo, ésta se traducirá en éxito en los partidos y esto generará el compromiso por seguir entrenándolo. Este ciclo es habitual en un tirador.
Pero ni la auto confianza ni la técnica son suficientes por sí solas, porque será necesario un alto nivel de concentración.
La técnica es la parte física del tiro: control del cuerpo (equilibrio y coordinación), gesto y ritmo natural del lanzamiento. La auto confianza y la concentración pertenecen a la parte mental que van a desarrollarse sobre la base de la técnica. En resumen, las claves para ser un buen tirador serán: Técnica + Confianza + Concentración.
La gran ventaja que tenemos a la hora de enseñarlo, entrenarlo y mejorarlo todos los días, es que a todo el mundo le gusta tirar y ello favorecerá el proceso de mejora.
¿Cómo progresar en la enseñanza del tiro en el baloncesto?
Todo lo que hemos trabajado hasta ahora “en el sitio”, tiene como finalidad perfeccionar la técnica del tiro. Cuando la dominamos en su totalidad, en una posición estática como hemos visto hasta ahora, estamos en disposición de seguir progresando en el mismo.
En este proceso abandonamos el tiro estático que nos sirvió como herramienta de aprendizaje y pasamos a hacerlo en movimiento. Para poder tirar correctamente en carrera debemos dominar las paradas y la recepción.
Es muy importante que esta progresión tenga en cuenta la edad del niño y su evolución. En las edades más tempranas, además de adaptar el balón y la altura de la canasta a su edad, daremos mucha importancia a la precisión, por esta razón comenzaremos tirando muy cerca de la canasta e incluso bajo el aro para no tener que empujar el balón, dejando en un segundo plano la distancia. Permitiremos que puedan colocar el codo más abajo (pegado al cuerpo) pero enseñándoles a dirigir el balón para conseguir la precisión: que nuestro pie de la mano de tiro, el brazo, el codo, la mano y los dedos estén “apuntando” al aro.
Poco a poco el niño irá mejorando tanto el gesto como su fuerza, lo que nos permitirá ampliar el radio de tiro.
Una progresión en la enseñanza del tiro en movimiento podría ser la siguiente:
1. Tirar tras bote corriendo en dirección a la canasta.
2. Tirar tras bote en ángulos diferentes.
3. Tirar tras recibir un pase corriendo en dirección a la canasta.
4. Tirar tras recibir un pase en ángulos diferentes.
5. Tirar en situaciones de partido: saliendo de un bloqueo directo, indirecto, etc.
Algunos consejos acerca del tiro en el baloncesto.
1. Hazlo sólo dentro de tu radio de tiro.
2. Usa el tablero siempre que puedas, especialmente en cualquier tiro que realicemos sin un perfecto equilibrio o con el defensor haciéndonos falta, siempre que no sea un tiro frontal.
3. Tras el lanzamiento ve siempre al rebote.
El tiro libre en el baloncesto.
Después de la entrada a canasta, es el tiro más fácil en el baloncesto por varios motivos:
1. Siempre lo hacemos desde la misma distancia.
2. No se realiza en movimiento, de manera que lo ejecutamos en equilibrio.
3. No necesitamos darnos prisa por tener miedo a que alguien te tapone.
4. Tenemos tiempo para relajar nuestros músculos, desarrollar nuestro ritmo, enfocar nuestra visión en el aro y concentrarnos.
Por lo tanto, el tiro libre es el único que se lleva a cabo siempre en las mismas condiciones, por lo que tenemos que tratar de hacerlo siempre igual.
Mecánica del tiro libre.
Partimos de la posición básica ofensiva, con el pie de la mano de tiro en línea con el centro del aro y detrás de la línea de tiro libre (el reglamento no nos permite pisarla). Extendemos las piernas como si soltáramos un muelle que previamente hubiésemos encogido, de manera que lanzamos siguiendo un movimiento coordinado, suave y continuo. A partir de este momento el lanzamiento se realizará siguiendo el proceso y la técnica expuestos anteriormente en la enseñanza de la mecánica del tiro.
Concentraremos nuestra visión en el centro del aro durante todo el proceso del tiro y pondremos especial énfasis en conseguir un lanzamiento suave.
Entrenamiento del tiro libre.
Debemos practicar realizando muchos tiros libres seguidos para lograr un ritmo natural de tiro y reforzar nuestra confianza. Crear una rutina en el tiro libre nos ayudará mucho a verificar la técnica previa al lanzamiento, a relajarnos, a concentrarnos, a lanzar con ritmo y, lo que es más importante, a aumentar nuestra confianza. Será importante que cuando elijamos una la sigamos fielmente y la hagamos siempre. Sería un error copiar la de otros jugadores o cambiarla continuamente.
Un ejemplo de rutina bastante sencillo y apropiado para nuestros jóvenes podría ser: botar tres veces y en cada bote repetirse a sí mismo “arriba”, “centro” y “sigue”. Esto nos ayudará a concentrarnos en los aspectos importantes del tiro evitando cualquier distracción de nuestra mente. “Arriba” tiene que ver con extender las piernas y lanzar hacia arriba; “centro” tiene que ver con apuntar al centro del aro y “sigue” tiene que ver con seguir el tiro y dejar el brazo y la mano tras el lanzamiento.
La rutina y la relajación contribuirán a la concentración y a la autoconfianza.
Podemos conseguir tirar con mucha concentración si hacemos competiciones, como por ejemplo:
1. Contra nosotros mismos:
1) Teniendo que anotar un número determinado de tiros continuados.
2) Teniendo que batir nuestro récord anterior de tiros anotados seguidos.
3) Teniendo que anotar un número de tiros libres seguidos sin tocar el aro.
2. Contra otros:
1) Tirar por parejas y el primero que falla pierde.
2) Tirar por parejas y gana el que mete dos tiros libres seguidos sin tocar el aro.
Y podemos conseguir acercarnos a la situación de juego en un partido si tiramos cuando más cansados estamos y, sobre todo, si meter o fallar puede suponer un premio o un castigo.
El tiro saltando en el baloncesto.
Debemos lograr un salto rápido, equilibrado y controlado. Esto es más importante que alcanzar una gran altura en el salto. Cuanto más rápido podamos tirar, más posibilidades tendremos de hacerlo sin oposición contra defensas agresivas. El salto debe ser vertical sobre los dos pies extendiendo por completo el cuerpo. No debemos desequilibrarnos ni adelante, ni atrás, ni a los lados. La cabeza jugará un papel muy importante en el equilibrio teniendo que estar alta, centrada lateralmente entre los hombros y de delante a atrás, equilibrada entre ambos pies y preparada para visualizar el objetivo. La altura depende de lo cerca que estemos de la canasta y de lo cerca que se encuentre nuestro defensor.
En los tiros que realicemos a corta distancia y con el defensor cerca, debemos saltar con la fuerza necesaria para tirar por encima de él, lanzando justo cuando llegamos al punto más alto o cerca de éste (nunca cuando estamos cayendo), proporcionando casi toda la fuerza con la extensión del brazo, la muñeca y los dedos. Es lo que llamamos tiro en suspensión. Este tiro es muy difícil de taponar si usamos previamente una finta. Nos importa más la altura del salto, porque cuanto más alto tiremos más difícil será que nos taponen, pero habrá ocasiones en que será más importante tirar rápido que saltar mucho.
En los tiros de larga distancia la fuerza inicial y el ritmo del lanzamiento vendrán de la extensión rápida y continua de nuestras piernas. La acción del lanzamiento se realiza cuando estamos subiendo (en lugar de hacerlo al llegar al punto más alto) para aprovechar el impulso de las piernas y conseguir un tiro sin esfuerzo. Es lo que llamamos tiro en salto. En este caso no es tan importante la altura como la extensión rápida de las piernas.
Los tiros cerca de la canasta en el baloncesto-Tiros cortos.
1. El tiro en gancho en el baloncesto.
Muchas veces el problema principal con el que nos encontramos al tratar de anotar cerca de la canasta, es levantar el balón y lanzar con nuestro defensor cerca que, en la mayoría de los casos, trata de taponarnos.
El tiro en gancho es una herramienta ofensiva que nos va a permitir lanzar por encima del defensor, incluso si es más alto que nosotros. Puede ser considerado un “tiro de muñeca y dedos”, por la importancia que tienen en su impulso final, ya que el brazo está estirado casi en su totalidad.
Si bien es empleado por los jugadores en la posición de poste y de espalda a la canasta, puede ser una herramienta ofensiva para cualquier atacante, juegue en la posición que juegue. Podemos usarlo con efectividad a una distancia muy corta, entre dos y tres metros de la canasta, lanzando directamente al aro o al tablero. Es un tiro muy difícil de defender, mucho más si lo podemos ejecutar con ambas manos.
Hay dos tipos de tiro en gancho: el clásico y el semigancho.
1) En el gancho clásico, el tiro se caracteriza porque el atacante salta en vertical sobre una pierna, sus hombros están en dirección a la canasta, se lanza con una mano mientras la otra protege el balón y se realiza desde una gran altura.
Imaginemos que estamos situados en el poste bajo del lado izquierdo del ataque.
Si realizamos un movimiento hacia el centro de la zona (como vemos en la foto anterior), damos un paso sobre el pie izquierdo cayendo éste paralelo a la línea de fondo, cogiendo el balón con ambas manos situándolo a la altura del hombro y alineando los hombros hacia el aro. Seguidamente saltamos en vertical sobre ese pie, subiendo la rodilla y el codo de la mano derecha al mismo tiempo y en vertical (no separar el balón del cuerpo), mientras colocamos el otro brazo en ángulo recto para mantener un espacio con el defensor. El lanzamiento lo haremos con una sola mano, extendiendo totalmente el brazo, muñeca y dedos para dar un correcto efecto de rotación hacia atrás.
Si lo hiciéramos hacia la línea de fondo, lo haríamos de la misma manera pero ahora daríamos un paso sobre el pie derecho cayendo éste perpendicular a la misma.
2) El gancho en suspensión, a diferencia del anterior, se caracteriza por aportar un mayor equilibrio al saltar en vertical sobre ambas piernas, en lugar de hacerlo sobre una. Esto nos permite poder pivotar y fintar antes de realizar el tiro en gancho. El lanzamiento será más rápido pero menos alto y el balón será subido con las dos manos y lanzado con una en el último momento.
El gesto técnico del gancho es igual que el del tiro en suspensión, salvo en la posición del cuerpo respecto de la canasta. Mientras en el segundo los hombros y el cuerpo están encarados hacia la canasta, en el primero el balón está protegido con el cuerpo y el brazo de la “mano no de tiro”, que se sitúan entre el balón y el defensor.
Imaginemos que estamos situados en el poste bajo del lado izquierdo del ataque.
Si realizamos un movimiento hacia el centro de la zona (como vemos en la foto anterior), damos un paso sobre el pie izquierdo cayendo éste apuntando a la línea de fondo a la vez que cogemos el balón con ambas manos, manteniéndolo a la altura del hombro. Seguidamente saltamos sobre ambos pies, como en un tiro en suspensión, mientras el brazo de la mano de tiro sube vertical con el balón encima del hombro y la mano de cara a la canasta. El balón será lanzado como en un tiro normal pero con una pequeña extensión del brazo, acabando éste totalmente extendido (hacerse lo más alto posible). El brazo de la “mano no de tiro” permanecerá en el balón hasta el momento del lanzamiento, quedando alto y semiflexionado con el objetivo de proteger el mismo.
Si lo hiciéramos hacia la línea de fondo, lo haríamos de la misma manera pero ahora daríamos un paso sobre el pie derecho cayendo éste paralelo a la misma.
2. El tiro de fuerza en el baloncesto.
En ocasiones nos encontraremos debajo del tablero y totalmente parados, teniendo que realizar un tiro con un defensor muy próximo que normalmente nos quiere taponar.
Esta situación tan particular hace que el lanzamiento requiera tener en consideración tres aspectos importantes:
1) Concentrarse en el aro. Evitar distraerse mirando al defensor y su posible tapón.
2) Proteger el balón con el cuerpo en todo momento antes del lanzamiento y usar una o varias fintas de tiro previa al lanzamiento. Podemos conseguir que el defensor salte y seguidamente lanzar por encima de él cuando caiga del mismo o también podemos buscar el contacto consiguiendo una falta personal y la posibilidad de anotar con falta (situación de 2+1).
3) Saltar y lanzar buscando el contacto con el defensor. Al mismo tiempo que tenemos el contacto tiraremos a canasta situando el balón en una posición alejada del defensor que evite el tapón. Al no ser un tiro de precisión y habiendo un contacto previo al lanzamiento, deberíamos usar el tablero como norma.
¿Qué vamos a hacer en función de la situación del defensor respecto a nosotros?
1) Si tenemos al defensor detrás:
Estando en una sólida posición básica ofensiva, con las piernas flexionadas, los hombros en paralelo a la línea de fondo y el balón protegido, realizamos una finta de tiro creíble con el balón, los hombros y la cabeza, sin ponernos de pie (permanecemos flexionados). La finta con el balón deberá ser corta y rápida y en ningún caso lo subiremos por encima de la cabeza.
Cuando saltemos, lo haremos sobre ambas piernas, pero no en vertical sino un poco hacia el defensor buscando el contacto en lugar de evitarlo, protegiendo al mismo tiempo el balón con el cuerpo. Los hombros nos protegerán del brazo del defensor, que intentará llegar al balón. En el punto más elevado del salto o llegando a éste, lanzaremos el balón desde la altura del pecho o desde la cintura con la mano más alejada del defensor.
Una opción alternativa que podemos usar es que tras realizar la finta de tiro, demos un bote duro a dos manos por debajo del tablero manteniendo la posición de los hombros paralelos a la línea de fondo, al tiempo que realizamos un salto lateral para acabar lanzando por el otro lado del aro (éste nos protegerá del tapón). Debe ser un movimiento muy rápido y explosivo realizado con un gran equilibrio.
2) Si tenemos al defensor en un lateral entre el atacante y el aro:
Estando en una sólida posición básica ofensiva, con las piernas flexionadas, los hombros en paralelo a la línea de fondo y el balón protegido, realizamos una finta de tiro creíble con el balón, los hombros y la cabeza, sin ponernos de pie (permanecemos flexionados).
Cuando saltemos lo haremos sobre ambas piernas, buscando el contacto con el defensor y un poco hacia la canasta, protegiendo el balón con el hombro más cercano. Nunca girarse de frente a él ya que perderíamos la protección y podríamos ser taponados. Subiremos el balón lateralmente y en el punto más elevado del salto o llegando a éste, lo lanzaremos desde la altura del pecho o desde la cintura con la mano más alejada del defensor.
3. El palmeo en el baloncesto.
Si hemos conseguido ganar la posición interior a la defensa y nos encontramos muy cerca de la canasta, podremos saltar y realizar un tiro en el aire rápido y sin bajar los brazos. A este lanzamiento le llamamos palmeo. Puede ser realizado con una o dos manos.
1) El palmeo con las dos manos nos aporta mayor seguridad por lo que deberíamos usarlo siempre que podamos.
2) El palmeo con una sola, en cambio, es menos seguro pero nos permite saltar más rápido y realizarlo a más altura. Para ello debemos bajar la otra mano pegándola al cuerpo. Es muy propio de situaciones en las que el atacante entra en carrera desde el perímetro aunque pueden darse en otras diferentes.
En general, partiremos de una posición ofensiva, con las rodillas flexionadas y los brazos abiertos a la altura de los hombros formando con el codo un ángulo de 90º. Cuando veamos que el balón rebota en la canasta, saltaremos fuerte sobre uno o ambos pies y lo cogeremos en el punto más alto. El palmeo lo realizaremos con el brazo, o los brazos, totalmente extendidos tocando el balón con las yemas de los dedos y una suave flexión de la muñeca, impulsando el balón al interior de la canasta. Siempre que podamos, deberemos usar el tablero.
Un detalle importante: la efectividad del palmeo se reduce cuando la distancia, respecto a la canasta, aumenta. Aquellos rebotes que se recuperen a más de un metro de la canasta se deberán agarrar, en lugar de palmearse.