Acabo de ver en el muro de facebook de Rogelio Estévez una foto del equipo de Guadalajara de la temporada 1992/93 y me ha traído tan buenos recuerdos que he pensado: voy a hacer un post recordatorio de mi experiencia con el equipo.
Cuando el Real Madrid decidió enviarme a la tranquila y acogedora ciudad de Guadalajara pensé que iba a ser un paso atrás en mi vida deportiva toda vez que la temporada anterior había estado en el primer equipo y acabábamos de ganar la Copa de Europa en Nantes frente al PAOK de Salónica. Pero estaba equivocado. Algo muy importante estaba a punto de pasar.
Desde mucho tiempo antes de ir a entrenar allí fueron muchas las veces que me concentré allí tanto con la Sección Nacional de Minibasket como con la Operación Siglo XXI hasta el punto que ya me sentía allí como en mi propia ciudad. Me llegué a sentir un Guadalajareño más.
Mi primera temporada fue muy especial en lo deportivo y en lo personal ya que encontré a una de las personas más importantes en mi vida.
Quien haya visto mi curriculum puede pensar que la temporada que ganamos la Liga Europea con Zeljko Obradovic en el Príncipe Felipe de Zaragoza fue el mayor logro de mi carrera pero personalmente la que viví en esta maravillosa ciudad lo fue mucho más.
Fue un año perfecto. Dirigí un equipo muy joven que poseía mucho talento y que en la mayoría de los casos habían comenzado conmigo en la cantera del club blanco como José María Silva, Jerónimo Bucero, Ignacio Castellanos, Ricardo Peral, Álvaro Écija y Martín Ferrer. Conseguimos mezclar ese talento joven con jugadores míticos del propio club como José Luis Sánchez Burgués (el gordo), Emilio López Goitia y Roberto Bustamante que estaba a mitad de camino entre los jóvenes y los veteranos. Tuvimos la gran suerte de poder contar con un gran americano como Perry Carter y otro “americano” por carácter y calidad como David Brabender, hijo del magnífico jugador y persona Wayne Brabender, una leyenda del Real Madrid. Todo fueron parabienes durante la temporada incluso dimos en la diana en el único fichaje que realizamos acertando en la incorporación de un excelente jugador como Guillermo Coll, ya avanzada la temporada.
Personalmente tuve la fortuna de contar con un presidente y una Junta Directiva que me apoyó al máximo pero mi gran tesoro, aparte de los jugadores, fue mi equipo técnico. Fernando Merchante (ayudante), Manolo Carbajal (ayudante), Álvaro Solano (fisioterapeuta), Victoriano Urquiola (preparador físico), Juanjo Pérez Toledano (médico y ex-jugador del Guadalajara) y José María Fernández (delegado).
Su calidad profesional y humana unida a la de los jugadores, hizo que formáramos un auténtico equipo, sólido, comprometido, ambicioso, trabajador, cohesionado, aguerrido y divertido, que nos llevó a conseguir algo grande en aquel momento: el ascenso a la liga ACB.
Y no puedo olvidarme de otra pieza clave del éxito: Eladio Freijo. Sin él las cosas no hubieran sido lo mismo. Fue y sigue siendo un gran profesional además de ser como persona un fenómeno. Él fue un gran apoyo personal para un recién llegado como yo. Tenía a su cargo un equipo de trabajo organizado, servicial y de trato exquisito.
Todavía recuerdo aquel enfrentamiento para conseguir el ascenso frente al Cajabilbao, el coco de la competición, el gran favorito por calidad de jugadores y potencial económico. El play-off era al mejor de cinco. Ganamos los dos partidos de casa con un Polideportivo San José lleno hasta la bandera, con todas las gradas a reventar y gente fuera que no pudo entrar. Después viajamos a Bilbao donde perdimos el tercer partido pero aprendimos mucho de éste y corregimos los errores cometidos en el anterior para ganar el cuarto en un escenario tan difícil como mágico: el Pabellón de la Casilla de Bilbao.
El sueño de mucha gente se hizo realidad y no puedo describir lo que sentí en aquel momento al conseguirlo tras una temporada tan larga y dura. Desgraciadamente el éxito deportivo no se pudo materializar y nos vimos privados de poder jugar en la máxima categoría del baloncesto: la ACB
Muchas gracias de corazón a todos: aficionados, equipo directivo, equipo técnico, jugadores y Eladio Freijo por los inolvidables momentos que me hicisteis vivir y por la ilusión con la que contagiasteis a una ciudad entregada con el baloncesto.
Gustavo Nieto dice
Gran trabajo, muy buen equipo , muchos de ellos también habían sido k
Judares míos ( Brabender , Bustamante y El gran José Luis ).
Gran vivencia sin duda Ángel .
Ángel dice
Muchas gracias Gustavo. Un abrazo.
David Mediano dice
Yo era un niño de ese año pero me acuerdo perfectamente…eran mi ídolos e intentaba imitarles siempre q iba a jugar al basket. supongo que años como este hicieron q muchos años después decidiera ser jugador profesional. La primera vez q me enfrente a jareño, cuando entrenaba en navarra, no me pude resistir a decirle q era de guadalajara…. Gracias por aquel año Jareño!!
Ángel dice
Muchísimas gracias David. Un fuerte abrazo.
Rogelio Estévez dice
Grande Ángel!!! Aunque pasen los años sigo sintiendo admiración por este gran equipo, si ya sentía admiración hacia Ángel como entrenador ahora que soy entrenador mucho más ya que como entrenador es de lo mejor si no el mejor en cuanto a formación de jugadores personas, desde el cariño y la inteligencia del saber estar y de todo un gran profesional.
Respecto aquel equipo ha sido el mayor impacto positivo que he tenido en mi vida ya que en el segundo partido de play off de ascenso a la ACB y gracias a un profesor que me llevo a ver ese partido me enganche al baloncesto, me llamaron mucho la atención David Brabender, Ricardo Peral y Perry Carter, poco a poco me empezó a gustar mas el basket y no perdía ningún entrenamiento del equipo ya que al estar en el internado de mi colegio podía ir todos los días a verles entrenar y ya de paso me hice amigo de Ángel que siempre me trato y ha tratado con mucho cariño, pero lo que más admiro de este equipo que sabiendo que si ascendían no subirían nunca bajaron los brazos y siguieron hacia adelante luchando y demostrando a todos que eran los mejores, y así lo hicieron, nos dejaron un legado tan enorme que aun todavía es insuperable debido a su afán de hambre de victorias, trabajo, ganas y demostrando ser unos grandes profesionales, muchas gracias Ángel por tu amistad y el cariño con el que siempre me tratas, un abrazote enorme desde el cariño más profundo. Rogelio.
Ángel dice
Muchas gracias a ti. Un abrazo.
Juanjo dice
Aún recuerdo cuando fuiste a casa de mis padres,a pedirles que me dejasen ir a entrenar contigo,a un barrio humilde como es Vallecas,ese día empezó todo muchas gracias por ir a buscarme creo que nunca te las di un fuerte abrazo de Juanjo «el Indio»
Ángel dice
Madre mía Juanjo. Me alegro mucho de que contactes conmigo. Ya no me acordaba de aquello. Es verdad. Fui a casa de tus padres para que te dejaran jugar conmigo cuando estaba en Inmobanco. ¿Qué tiempos! Me pongo en contacto contigo por email. Un fuerte abrazo.