Hablar de los fundamentos de equipo es hacerlo de todos aquellos conceptos, tanto defensivos como ofensivos, que nos van a ayudar a construir nuestro juego colectivo.
Los fundamentos individuales son absolutamente básicos para el crecimiento del jugador ya que le aporta las habilidades técnicas que serán la base para que pueda resolver los problemas que le genere el juego. Pero además va a tener una fuerte influencia en el trabajo colectivo.
Como dijimos al hablar de los fundamentos, “cuanto más tiempo se emplea en los fundamentos del baloncesto y en la mejora individual, mayor rendimiento se consigue como equipo”.
Creo mucho en que el equipo se alimenta de las aportaciones individuales de cada uno de sus miembros pero también es cierto que se necesita ordenar y organizar ese talento de manera que el equipo funcione como una orquesta donde cada uno interprete su papel con el objetivo de que ésta suene bien.
Cada miembro del equipo debe conocer cómo va a colaborar con sus compañeros tanto para defender como para atacar. Ello conlleva aprender a jugar juntos a la hora de correr el contraataque o bajar al balance defensivo, al atacar o defender en el perímetro y en el poste, al atacar y defender los bloqueos directos e indirectos así como al rebotear, tanto en ataque como en defensa.
Es importante que no se confundan los fundamentos de equipo con la táctica de equipo. Los primeros se refieren a conceptos defensivos y ofensivos que pueden formar parte de un sistema o de una estructura de juego. La segunda establece una organización táctica basada en el conocimiento de los integrantes del equipo y formada por aquellas defensas y ataques que aportan orden y estructuran el juego del equipo.
Es un momento para recordar la ecuación de Dan Peterson que ya vimos al hablar de los fundamentos:
Baloncesto = Fundamentos Individuales + Fundamentos de Equipo + Táctica de Equipo.
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