En el Colegio Divina Pastora
El viernes 6 de mayo estuve en el Colegio Divina Pastora (Pastorinas) participando en el programa ManosArribaFM, dirigido por el periodista Jorge Callado pero desarrollado por los alumnos.
Una mesa integrada por dos alumnas y un alumno han llevado el peso del programa realizando entrevistas a diversos invitados además de hacer ver a los oyentes la importancia del colegio en su labor docente.
Estos alumnos me hicieron preguntas acerca de mi vida deportiva pero fue Adrián Callado, también alumno del Colegio, quien se encargó de entrevistarme sobre la importancia del comportamiento de los padres en el deporte de sus hijos.
Mis libros
También me hicieron preguntas acerca de mi último libro “Mi hijo deportista” y cómo surgió la idea de escribirlo.
Les expliqué que después de escribir el primer libro «Baloncesto para educar«, tuve la oportunidad de dar numerosas charlas, primero a entrenadores, y después a estos mismos y a padres. En muchas ocasiones, tras la charla, los padres venían a hablar conmigo y me animaban a escribir algo para ellos. Que les parecía muy interesante lo que hablaba del deporte de formación y desgraciadamente muchas cosas de las que comentaba, las desconocían. Por todo ello entendí que era necesario escribir un libro para ellos desde una perspectiva diferente a la que se había hecho anteriormente y que fuera un elemento de ayuda para comprender dónde están metidos sus hijos y, por ende, ellos mismos.
La importancia del entrenador
Durante la entrevista en manos arriba FM surgió el tema del entrenador y su importancia en la formación de los niños y de los adolescentes. Es lógico ya que pasa una media de entre 4 y 7 horas semanales con los niños lo que le otorga una gran responsabilidad ya que va a tener más impacto formativo en ellos que cualquier profesor del colegio, y aún más si tenemos en cuenta que es una actividad que ellos han elegido voluntariamente, les gusta y a la que van motivados.
También se trató cómo es mi trabajo en la selección nacional U16 masculina.
En definitiva, en el Colegio Divina Pastora me hicieron sentir como en mi casa.
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